Por Ángel Cuadra
Fuente: Diario Las Américas
Publicado el: 04-09-2010

Belkis Proenza. Foto: Miguel Pascual

Otro espectáculo, que tuvo lugar en el pequeño y acogedor teatro HAVANAFAMA, en la Ave. 10 y Calle 8, del SW. de Miami, donde asistimos el pasado sábado, fue la presentación del monólogo Pase adelante, si quiere, del destacado dramaturgo cubano en el exilio Pedro Monge Rafuls.

El personaje de esta pieza es Salomé, una mujer agobiada por la incertidumbre, en un medio social que, aunque no se especifica el lugar, se trata de un Estado Sociopolítico donde ordena y manda la autocracia de un jefe, al que se alude como el “Supremo”.

A Salomé también la agobia su relación amorosa, mitad pasión, mitad temor, con un hombre que acudió a una guerra en un país lejano, y de cuya aventura sólo regresaron sus restos mortales.

En medio de su asfixiante soledad, que ella atenúa a ratos con el cigarrillo y la música de canciones populares, Salomé repasa caóticamente los hechos de su vida, y cambia, sin orden, los planos del presente y el pasado, y se mantiene a la espera de alguien o de algo que llegará a su puerta y que podría cambiar su vida. La actriz encargada de este magnífico monólogo es Belkis Proenza. Esta buena actriz realiza un encomiable trabajo escénico, con un buen manejo de las múltiples transiciones que el texto presenta; el uso de simples elementos accesorios con los que borda adicionalmente su discurso, como, por ejemplo, un par de zapatos, un velo con el que se cubre a veces; un paño largo y blanco con el que juega como en una hábil y maníaca obsesión, etc., manejos éstos que la ayudan a proyectar su desequilibrio psíquico, con los que Belkis mantiene en todo momento el interés y la tensión del público asistente.

Por otra parte, hay que anotar un punto más al historial de Pedro Monge como dramaturgo, con este estupendo monólogo: una suerte de retazos, aparentemente inconexos, pero que logra la magia de unirlos finalmente con una gran efectividad escénica.

Monge, que cuenta con una amplia labor como dramaturgo, ha sido y es, además, un asiduo animador de este arte en el exilio de habla hispana en Estados Unidos, con la fundación del Centro Teatral Ollantay y su publicación periódica del mismo nombre.