El Instituto Cultural René Ariza (ICRA) anuncia los «Premios René Ariza 2011». Los Premios Ariza, fueron creados desde el año 2005 y son entregados a destacadas personalidades de la cultura y el teatro cubano. La ceromonia tendrá lugar en el «Cuban Heritage Collection» de la «Universidad de Miami.» Muy pronto se dará a conocer la fecha y la hora exacta de la premiación.
Manuel Reguera Saumell nace en Camagüey, Cuba, en 1928. Es licenciado en Arquitectura por la Universidad de La Habana. En 1959, dedicado enteramente a la actividad teatral, obtiene el Premio Nacional de la Dirección de Teatro con su primera pieza, Sara en el traspatio, y el premio José Antonio Ramos que concede la Unión de Escritores y Artistas de Cuba por su obra Propiedad particular. Ambas obras fueron puestas en escena poco después. Ha estrenado además El general Antonio estuvo aquí, La calma chicha y Recuerdos de Tulipa, que fue llevada al cine en 1967 bajo la dirección de Manuel Octavio Gómez. Trabajó como asesor literario en el Conjunto Dramático Nacional, escribió los diálogos de las películas La salación y El asalto al tren blindado, además de una pieza para televisión, La hora de los mameyes (1963). El 1968 representó a su país en las Olimpiadas Culturales de México con la obra La soga al cuello.
En 1970 abandona la isla y se instala en Barcelona, donde imparte clases de historia del arte y de dramaturgia en la Escola Adrià Gual. Ha dirigido también varias obras teatrales.
Iván Acosta (Dramaturgo/Director) – Prolífero dramaturgo, cineasta, director y productor. Su pieza teatral El Súper, estrenada en New York con rotundo éxito y veinte años más tarde en Los Ángeles por la compañía teatral La Avellaneda, le concede la celebridad internacional al dar lugar al filme homónimo rodado en 1979, y que es considerada la cinta más importante rodada por cubanos en el exilio. El Súper ha conquistado más de veinte premios en la arena internacional. Sus trabajos teatrales más recientes, dos monólogos, Cosas que encontré en el camino, y Carmen Candela, fueron leídos en el escenario del Teatro Retablo en la ciudad de New York. Su obra, Rosa y el ajusticiador del Canalla (finalista en Letras de Oro), fue adaptada a la pantalla y filmada como largometraje. Su estreno mundial se realizó en el verano del 2009.
Miriam E. Lezcano Brito nació en Camagüey . Es graduada de Actuación en la Escuela Nacional de Arte de La Habana (1968). Licenciada en Historia en la Universidad de La Habana (1981). Estudió además dirección teatral en el Instituto anexo al Teatro de Arte de Moscú (1975-1979). El Teatro de Arte de Moscú le concedió el título de Máster en Dirección Teatral.
Posee la categoría docente de Profesora Titular Adjunta del Instituto Superior de Arte de Cuba, donde ofreció clases de actuación. Ha impartido talleres de dramaturgia y dirección de actores en Cuba y el extranjero. Fue durante cinco años (2001-2005) profesora de Taller de Dirección de Actores en la Escuela Internacional de Cine San Antonio de Los Baños, La Habana, Cuba.
Miriam Lezcano desde de 1981 y hasta 1987 fue integrante del grupo Bertolt Brecht de La Habana, donde se desempeñó como directora artística y general. Con este colectivo dirigió entre otros títulos: La boda de los pequeños burgueses de Bertolt Brecht; Don Juan de Moliere, Valentín y Valentina de Mijail Roshin, Crimen en noche de máscaras de Rodolfo Pérez Valero, y El esquema de Freddy Artiles.
En 1987 fundó y dirigió Teatro Mío de La Habana, junto a su esposo Alberto Pedro Torriente, uno de los mas notables dramaturgos cubanos de la segunda mitad del siglo XX, cuyas obras llevó a la escena creando así un prestigioso y polémico binomio, reconocido tanto en Cuba como en el extranjero, a través de numerosos eventos internacionales a los que fueron invitados.
Teatro Mío fue protagonista en los últimos años de agudas polémicas teatrales y cuenta actualmente con un extenso repertorio, con el cual ha realizado quince giras a importantes festivales escénicos de la lengua hispana y ha obtenido relevantes premios nacionales e internacionales.
En la actualidad Lezcano Brito se desempeña como directora artística de Akuara Teatro en Miami, Florida.
07/27/2011 at 7:18 pm
Realmente no conozco las interioridades del teatro del exilio, aunque suelo acudir a muchas puestas de las que se montan en Miami y eso me permite opinar; en este caso mas bien, preguntar, pues mucho he oido discuteir sobre la cantidad de obras de La Habana que se ponen en los teatros de nuestro Miami.
Tenia entendido que la intencion del Instituto Rene Ariza era premiar la labor de los artistas que han impulsado el teatro cubano del exilio. Entonces, aunque no conozco a fondo a los premiados de este año, me pregunto por que se premia al dramaturgo Manuel Reguera Saumell, quien—hasta donde se—ni siquiera ha escrito una obra desde que salio de Cuba, ni ha participado en ningun evento del teatro del exilio; y menos aun, entiendo por que se premia a Miriam Lezcano, directora con mucha trayectoria del teatro oficialista comunista, y que salvo las obras rusas y luego la de su esposo, no ha contribuido en nada al teatro del exilio. Además de que no es exiliada. ¿Es la obra que va a dirigir su primera o segunda direccion en su corta estadia en Miami? Mi cabeza me da vueltas preguntandome cosas como estas del teatro que aqui vemos. Gracias por su atencion.
07/29/2011 at 10:27 am
Comparto plenamente la inquietud del Sr. Mario Andrés Brito con relación a los premios del Instituto René Ariza.
Ninguna objeción sobre IVAN ACOSTA, uno de los paladines del teatro cubano en el exilio, con una labor infatigable y digna de respeto.
Sin embargo, tesulta curioso que se seleccione a MANUEL REGUERA SAUMELL, un creador cuya obra dramática sustancial (Recuerdos de Tulipa, La soga al cuello), se produjo en Cuba, y que en el exilio ha hecho énfasis en su trabajo como novelista. Sin duda, es un artista con méritos, pero quizás no se ajuste al perfil de este premio. Si de figuras representativas del teatro cubano en el exilio se trata, hay una larga lista de nombres que podrían haber sido tomados en consideración antes que el suyo, como los de Carucha Camejo, Laura Zarrabeitia, Eduardo Corbé, Rafael Mirabal, Max Ferrá, Alberto Sarraín, Mario Ernesto Sánchez, Rolando Moreno y Marcos Casanova, por solo mencionar algunos.
Dejo para el final a MIRIAM LEZCANO, porque no le veo pie ni cabeza a otorgarle este premio a una artista llegada hace muy poco a Miami, que solamente ha dirigido una obra (bastante mediocre por cierto) en la ciudad, que apenas se dispone a estrenar otra y que carece de vinculos estables y solidos con la comunidad artistica y academica del exilio. Segun tengo entedido, la viuda de Alberto Pedro vive con un pie en La Habana y el otro en Miami, y puesto que si se le antoja puede regresar a la isla, ni siquiera puede afirmarse que sea una exiliada hablando en rigor. Como es sabido, buena parte de las obras que dirigio en Cuba fueron para el Teatro Politico Bertolt Brecht (sin comentarios). Darle el premio parece ser un capricho, posiblemente impulsado por el grupo Akuara Teatro quese dispone a estrenar una obra bajo su direccion.
¿Que le ha aportado la Sra. Lezcano al teatro cubano del exilio? La argumengtación del ICRA enumera sus logros en Cuba,. Bueno, si esa es la ñpremisa, habria que darle el premio tambien a Abelardo Estorino, Jose Milian, Nicolas Dorr, Veronica Lynn y otros muchos artistas que han desarrollado una carrera importante en Cuba. ¿Acaso este es el Premio Nacional de Teatro de Cuba, o el Premio Rene Ariza?
Estas decisiones restan valor y credibilidad a un premio que los teatristas cubanos necesnecesitan. Ya en ediciones anterior hemos sido testigos de otras decisiones caprichosas, como por ejemplo su otorgamiento a Magali Boix. ¿Por qué a ella y no, por ejemplo, a Gladys Anreus, Ana Viñas o Isabel Moreno? ¿Tal vez su vinculación con los integrantes de la mesa directiva del ICRA?
Por ultimo, me sorprende que la Cuban Collection de la University of Miami, que en los ultimos años ha servido de sede a la entrega de este premio, acoja con beneplácito que se rinda homenaje en su instalación a una artista como la Sra. Lezcanio, quien, más allá de sus méritos artisticos, tiene una actitud ambigua con relación a Cuba y que dista mucho de representar a los artistas cubanos en el exilio.